
Es en los días grandes cuando uno se da cuenta de la importancia de tener un buen portero. No quiero decir con ello que Iker Casillas esté viviendo los mejores años de su carrera, pero sí que resulta indiscutible creer que es algo mejor guardameta que José Sá. Sin ánimos de considerar que la titularidad del portero luso hoy ante el Liverpool FC le ha costado la eliminatoria, la triste realidad es que sí que ha influido. Y mucho.
En el 0-1 del cuadro de Jürgen Klopp, el arquero portugués ha fallado estrepitosamente y ha sido incapaz de blocar -y de desviar- un tiro muy centrado de Sadio Mané. Tiro que se le ha colado por debajo del cuerpo y que ha abierto la veda en favor de los ingleses. Un gol que ha ‘obligado’ al realizador a enfocar durante varios segundos al rostro serio de Casillas, hoy una vez más sentado en el banquillo.
Y es que el exportero del Real Madrid lleva sin jugar en Liga desde el pasado 1 de octubre de 2017, y en Champions desde la segunda jornada, cuando el Oporto ganó por 0-3 al AS Mónaco un 26 de septiembre. Y hoy, una vez más, se ha hecho evidente que Sérgio Conceição se equivocó relegando al ostracismo al portero de Móstoles.