
Héctor Rivoira, técnico que le devolvió a Atlético Tucumán un lugar en Primera División en el fútbol argentino tras 25 años, renunció a su cargo tras el 0-4 contra Racing.
Luego de un promisorio comienzo, Atlético cosechó en doce encuentros, dos victorias, tres empates y siete derrotas, hecho que llevó al "Chulo" Rivoira a tomar semejante decisión, más allá de la mala relación que llevaba con los árbitros, partido tras partido.
De esta manera, Rivoira es el cuarto entrenador que deja su cargo en el Clausura 2009, después de Ricardo Zielinsky en Chacarita, Néstor Gorosito en River y Ricardo Caruso Lombardi en Racing.